7.3.18

Teorema de Coase

El propósito de este artículo es tratar de explicar (sin definiciones técnicas) este interesantísimo teorema que valió a su creador el Premio Nobel de Economía.

El uso normal de una actividad económica es susceptible de generar lo que habitualmente se llama externalidades negativas, esto es, basura, polución, interferencias con otros agentes, etc... Aparecen dos formas de tratar este problema: mediante regulación gubernamental o mediante la interacción privada de los implicados. El teorema de Coase dice que si se puede negociar la externalidad, los derechos de propiedad son suficientemente claros y los costes de transacción bajos, al final, mediante esta negociación se llegará a una situación de equilibrio (léase: todos contentos). Veamos un par de ejemplos:

-Si unas emisoras de radio interfieren entre sí, la solución de Coase es no hacer nada. Al final, el incentivo de la que vaya mejor será pagar a la otra para arreglar el problema.

-Una empresa tira restos de su producción en un lago y esto afecta a los pescadores del lago que pierden 5000 EUR. Si la solución al problema es una purificadora que cuesta 2000 EUR, pero un juez decide que es legal que la empresa siga tirando estos restos porque no afectan a la ecología, el incentivo de los pescadores será pagar ellos el proceso de purificación (pierden menos). Sin embargo, si la empresa tuviera que indemnizar a los pescadores, sería el propio incentivo de la empresa el pagar por la purificadora.

En la realidad, el teorema de Coase no es la panacea, primero porque los costes de transacción nunca son cero y segundo porque la definición de los afectados y la cuantía implicada no suele ser tan clara. Sin embargo, la utilidad del teorema proviene de servir de contrapunto para los políticos y economistas que sobreponderan los beneficios de las regulaciones, las cuales están ya fuera de control en la mayoría de los países.

La relación del teorema de Coase con el impuesto pigouviano se verá en un próximo artículo.