24.10.14

El experimento de las divisas

O a dónde vamos. Nos encontramos todos los días expertos de un lado del espectro económico y de otro comentando acerca de la futura evolución de la economía mundial. Muchos argumentan que, inevitablemente, nos dirigimos a un período deflacionario (en el sentido de bajada de precios) y se basan en la pirámide poblacional. La mayoría de los keynesianos piensan que, sin los constantes impulsos monetarios, estaríamos ya imbuidos en deflación. Dentro del mundo austríaco (cliquen aquí para ampliar un poco el tema), nos encontramos brillantes economistas, como Fekete, que piensan que el constante aumento de la masa monetaria lleva a... bajada de precios, otros, como Peter Schiff, creen que la inflación ya está aquí y se está ocultando.

Lo que sí parece claro que un experimento de estas dimensiones no puede dejar la economía indiferente y que "algo" pasará en un sentido u otro. Aumento de la masa monetaria ha existido en muchas ocasiones (desde poner menos oro a los denarios a comprar la propia deuda emitida por uno mismo), sin embargo, esta vez, existe un elemento adicional importantísimo: se está haciendo a escala planetaria, esto es, todos los países están realizando aproximadamente lo mismo. Y decimos todos. Se incluye China (la subida de su bolsa se explica por el aumento de la masa monetaria), Suiza (sí, también tú, hijo mío) y, por supuesto, USA, Europa, Japón, emergentes...

Recordemos que las monedas se deprecian unas contra otras, pero si todas hacen lo mismo, ¿qué pasa? Probablemente, el niño que pueda decir que el rey está desnudo sea el oro (como dijo un antiguo presidente de la FED, el oro es nuestro enemigo), por eso, hasta ahora, se encuentra maniatado y amordazado. En este escenario, algunos, entre los que nos encontramos, piensan que tendremos que convivir con inflación y deflación, a la vez. Algunos productos o bienes pueden subir fuertemente de precio, mientras otros bajarlo. Puede ser un período muy interesante lleno de oportunidades, pero hay que saber observar bien las ropas del rey.