29.9.16

Precio y valor percibido

Decir que no existe relación entre valor (tómese aquí como grado de disfrute) y precio es un poco exagerado. Sin embargo, una cierta e ineficiente relación no puede llevarnos a decidir nuestras opciones de ocio.

A mí me encanta viajar y esto cuesta. Curiosamente, los viajes más maravillosos ni de lejos han sido los más caros.

Un restaurante de 120 euros el cubierto puede ser una ganga o un robo. Recuerdo con absoluta deleitación las cenas en el Diverxo cuando aún no tenía estrellas Michelin. Era "caro" y era muy barato.

De igual forma que cuando invertimos intentamos hallar valor para un precio, en nuestra vida diaria hay que realizar un balance honesto sobre el binomio disfrute/pago. Si el hotel de 5 estrellas tiene un gran restaurante, quizás no haga falta alojarse en el hotel de precio desorbitado pero sí disfrutar de su comida.

En este ámbito, uno de los temas más controvertidos es el viaje en business class pagado por uno mismo. A veces el precio es el doble, el triple o 4 veces el precio de turista. Corresponde a cada uno pensar si no puede encontrar una mejor utilización para su dinero.