El Tesoro Público (España) ha lanzado por primera 1000 millones de euros en un bono a 50 años, al tipo del 4%. Hace ya años nos mojamos con las preferentes y las desaconsejamos mucho antes de que aparecieran los problemas. Ahora queremos hacer lo mismo y dejar claro que comprar este tipo de bonos es una locura.
Solo para poner en perspectiva qué representa 50 años. En 1964 vivía Franco. En estos últimos 50 años, hemos vivido 6 devaluaciones de la peseta, en 1967 (-14%), 1976 (11%), 1977 (-25%), 1982 (-8%) y 1992 (-5%). Imagínense ahora sin la posibilidad de devaluar, solo queda la quita o impago parcial.
Por otro lado, y ya generalizando, no parece conveniente poseer bonos de larga duración. Los bonos de "segunda mano" ya saben que suben cuando bajan los tipos de interés y bajan cuando los tipos suben. Los tipos están en mínimos históricos y, aunque se pudieran quedar estables por un tiempo, el único camino abierto es hacia arriba (de 2.4% quizás pasemos a 1.5%, pero en el medio plazo lo más probable es que nos vayamos a 5%, 7%, 10%...). Sea como fuere, comprar bonos de larga duración es un muy mal binomio rentabilidad riesgo: mucho que perder y muy poco que ganar. Así que, evitar compras directas o fondos de renta fija con altas duraciones (los más afectados por los movimientos de tipos) pudiera ser más que recomendable.