8.4.14

Consecuencias insospechadas

Decía Hazlitt en su maravilloso Economía en Una Lección que los malos economistas solo prevén el efecto inmediato de la acción, mientras que los buenos seguían razonando buscando las segundas, terceras... derivadas, de forma parecida a una partida de ajedrez.

Durante la Guerra Fría, se mantuvo la paz mediante un mecanismo que se llamó Destrucción Mutua Asegurada (con ese nombre, nuestros lectores no necesitan explicaciones adicionales). Ahora, curiosamente, estamos viviendo este mismo estatus pero en un nivel financiero, con la adicional intervención de China frente a los originales Rusia versus USA.

USA ha tenido y, de momento sigue teniendo, una gran ventaja económica frente al resto de naciones: el valor del dólar como moneda de reserva. Si Europa compra gas a Rusia, la transacción se hace en dólares. Observen que si no fuera así, determinadas materias primas como el petróleo, el gas o el oro podrían actuar como patrones y así determinar los cambios de moneda. Por ejemplo, si por una cantidad de petróleo pago 1000 euros en una transacción Alemania/Rusia y a la vez por la misma cantidad se pagan 1600 dólares en otra USA/Japón, de alguna forma estamos mostrando, descontados gastos de transporte, el valor real del cruce EURUSD. Esto sería muy perjudicial para Estados Unidos, por eso su gran interés en frenar todo tipo de iniciativas en este sentido.

Aparentemente, USA tuvo mucho éxito expulsando a Irán del comercio en dólares primero y luego del sistema SWIFT en febrero de 2012 (enlace). Sin embargo, retomando a Hazlitt, los primeros efectos fueron los positivos y esperados por los norteamericanos, sin embargo, este movimiento hizo plantearse otras opciones a Irán para vender su petróleo y puso sobreaviso al resto de potencias no afines para eliminar su dependencia de un dólar en declive. Grandes acuerdos entre China y Rusia e Irán en yuanes y rublos, el planteamiento de una alternativa de pagos entre los BRIC, los países del sudeste asiático ASEAN, e, incluso, la solución de compromiso menos mala para USA y Europa, los SDR del Fondo Monetario Internacional (una especie de moneda que equivale a una cesta de las, hasta ahora, divisas más usadas en el comercio internacional). Ya escribimos sobre los SDR hace unos años (enlace).

Lógicamente, el futuro está por escribir, pero cada día parece tener más sentido el uso de una mayor variedad de medios de pago alternativos al dólar como el oro o, de forma análoga, divisas de países con grandes cantidades de oro (¿motivo por el que China está fortísimamente comprando oro?), trueques o pagos sobre saldos netos, cestas de divisas como el SDR, etc. Es muy difícil que el dólar pierda su posición del día a la mañana, pero que empiece a ver su poder erosionado es muy probable.