22.10.11

Sansón y el franco suizo

Sansón fue una figura extremadamente fuerte y heroica. Llegó a derrotar un león con sus propias manos o acabar con un ejército sin más armas que una mandíbula de burro. Representa la lucha del pueblo de Israel contra los filisteos.

Tras varios enfrentamientos, Sansón huyendo de los filisteos, se refugia en Gaza, en casa de una prostituta. Al breve tiempo, es descubierto y en su huida conoce a Dalila (filistea) de la cual se enamora. Ella, comprada por sus compatriotas, le intenta sonsacar el secreto de su fuerza. Bromeando, Sansón reconoce que si le cortan el pelo, perderá su fuerza. Castigado por Dios, por haber tomado mujer extranjera, efectivamente pierde su potencia y es apresado fácilmente. Le sacan los ojos y le obligan a trabajar moliendo grano.

Un día, el jefe de los filisteos hace llamar a Sansón en el templo para burlarse de él y dar gracias a su Dios por haber apresado a su enemigo. Sansón, apoyado en las dos columnas donde se sustenta todo el templo, implora a Yahvé solicitando recuperar sus fuerzas por un último instante. Yahvé le escucha, le devuelve su poder y Sansón moviendo las columnas hace caer todo el templo al grito de "muera yo con los filisteos". Perecieron más personas en ese único acto de las que habrían muerto en todo su vida.

¿No será la intervención del Banco Central Suizo como el corte de pelo a Sansón (franco)? Si se cree que la historia no se va a repetir, la hipoteca en francos puede ser una buena opción, ya que el franco ha perdido su fuerza y solo tiene un camino una vez "apresado"; si, como el caso de esta historia, existe un último y heroico momento de recuperación (rotura del euro), muchos pueden caer en el intento.

En nuestro Twitter (@simplenorisk) hemos publicado un gráfico del franco contra el yen, como adelanto de nuestro próximo artículo: El franco gana al yen en la batalla de las hipotecas.