Vienen nuevos tiempos. Más difíciles, más abiertos, más rápidos, más apasionantes, más penalizantes. Está en nuestra mano dirigirnos en la dirección correcta, aunque no va a ser fácil. Pensemos con lógica y de forma profunda, sin hacer caso a los axiomas que nos venden.
Pensemos si el dólar está barato, si la bolsa va a subir, si España va a seguir empeorando a medio o largo plazo, si el petróleo va a continuar alto, si las renovables serán la nueva burbuja, si el oro da rentabilidad negativa por la custodia...
Pensemos cómo podemos reestructurar nuestra vida para aprovecharnos de las situaciones cambiantes. Sin frenos. Si quiero vender mi piso de 300.000 euros y ahora solo vale 240.000, véndelo por 235.000. Cada día más, los pisos valen lo que tienen de hipoteca. ¿No es una señal rara? Da igual el pasado. Al mercado no le interesa.
Si tenemos que realizar cambios drásticos, se hacen, sin ataduras, con firmeza y con ganas.
18/1/2011
