14.6.08

Crash inmobiliario

Estamos en momentos de confusión. En los mercados siempre hay dos opiniones, por eso existe la transacción. De igual forma, en una partida de ajedrez un jugador prefiere perder la pareja de alfiles por consolidar el centro y el otro cree que el centro no es suficiente compesación. Podemos ser independientes en nuestro razonamiento, pero está absolutamente demostrado que los particulares nos equivocamos al estar manipulados por el entorno y los medios al inundarnos de la "adecuada" información. ¿Qué solución nos queda?

Tenemos dos vías razonables para intentar situarnos:
  • Abstraernos y pensar con libertad y sentido común. Dedicar días a considerar si los pisos valen lo que se pide por ellos, si van a bajar a la mitad, si...
  • Copiar a los ricos. Ellos, que también se equivocan, lo hacen en mucha menor medida que nosotros.
Querríamos tratar en este artículo este último punto.

Un dicho popular norteamericano dice que uno se hace rico cuando compra una vivienda, no cuando la vende. En una reciente encuesta realizada en USA, el grupo de los más ricos consideran absolutamente fundamental poseer una segunda vivienda (e incluso una tercera) como medio de diversificación de inversiones, además, según su grado de riqueza son más propensos a comprar inmuebles este mismo año (esto no es trivial: aunque posean más dinero, nadie quiere realizar una mala inversión).

En EE.UU. se ha limpiado mucho el mercado, de forma muy rápida, pero quizá no sea tan claro en España. Si eliminamos el último movimiento de subida de precios burbujil, seguramente a precios del 2006 estemos razonablemente seguros. Es cierto que en España existe una bolsa latente de compradores, pero también de vendedores los cuales no sabemos si estarán dispuestos a asumir pérdidas y vender por debajo de su precio de compra.

De todas formas se puede seguir buscando y maquinando lugares fuera de España para adquirir propiedades, con ratios mucho más favorables. Se dejan los inmuebles en alquiler a una agencia local seria y no se generan más quebraderos de cabeza. Ánimo.