3.5.08

Ponzi y las bolas mágicas

En una agradabilísima cena en mi segunda tierra, Mallorca, una amiga comentó cómo se podían conseguir 8.000 euros con una inversión de 1.000 euros en menos de un mes. Se utiliza una bola... Cada participante entrega 1.000 euros y 2 amigos que entren a la bola. Estos amigos a su vez debieran presentar a otros y así... Según se van presentando uno se va acercando al centro de la bola y, una vez allí, se cobran los 8.000 y se va. Obviamente estamos ante un esquema de Ponzi: no hay actividad económica y el dinero proviene de las nuevas captaciones directamente.

Charles Ponzi nació en Italia en 1882 y emigró a USA con apenas unos dólares. Al poco tiempo empezó, basándose en su encanto personal, a captar clientes para un negocio que prometía, y cumplía en un principio, un 50% de rentabilidad en 45 días. La voz se extendió y el negocio creció lo que le permitió vivir muy holgadamente en Boston durante unos años. Sin embargo, finalmente, las autoridades persiguieron esta práctica y Ponzi terminó en la cárcel por fraude. Una vez fuera siguió intentado promover con desigual éxito este esquema hasta que murió en la indigencia.

Hoy en día se sigue utilizando este esquema, pero de forma más sofisticada u oculta. "High yield strategies", "Global currency trading"... son nombres habituales para negocios cuya única fuente de ingresos es la ampliación de la base de clientes. Por otro lado, es habitual que los primeros clientes, de una forma u otra, permanezcan dentro (al fin y al cabo no hay mejor inversión alternativa y les ha salido bien).

En cualquier caso, todo la piramidación se sustenta en la confianza, cuando ésta desaparece, el edificio se cae. También, cuando los nuevos clientes escasean los antiguos podrían quedarse "pillados". Pero no todo es negativo. En ámbitos reducidos, en las fases iniciales, se puede conseguir beneficio directamente, lo que, a su vez, permite apalancarse con un porcentaje de la ganancia.