11.11.08

Falacias fértiles o la libertad de pensar

George Soros fue el que acuñó este término para referirse a aquellas creencias que son falsas pero están asumidas por todos y de las cuales se puede sacar un beneficio. Si para algo está valiendo esta crisis es para mostrar algunas de estas falacias.

El artículo pretende destapar algunas de las mismas al intentar "walk in the shoes" de los grandes tiburones, para luego aprovecharnos crematísticamente.
  • La vivienda no baja de precio. De forma lógica, como cualquier bien sujeto a economía de mercado, es susceptible de subir o bajar según evolucione la oferta y la demanda. Si fuéramos constructores, promotores..., nos interesaría mantener esta falacia para así conseguir que los compradores, por muy caro que les parezca la vivienda, compren. Ahora es obvio decir que este aserto es falso, pero ¿y hace un par de años? Seamos fríos y calculemos qué rentabilidad obtenemos del alquiler de una vivienda. En España, con un generoso factor de ocupación (en los cálculos mucha gente no lo utiliza y sí hay que hacerlo, más ahora con los impagos que vienen) del 0.85, con unos gastos comunitarios no excesivos, tras el pago de impuestos de compra y de alquiler, no llegamos al 1.5% de rentabilidad anual y, además, es habitual tener un cashflow negativo en cuanto se financie. La vivienda necesitaba corrección. ¿Cuándo parará? Cuando el cálculo anterior nos dé algo razonable, en vez de un 1.5%. Así de simple. Calculen ustedes en función de los alquileres. No vale decir: me pedían 600.000 euros y he sacado la vivienda por 450.000 euros con una rebaja del 25%, es una ganga. 600.000 puede ser carísimo y 450.000 también y 300.000... Sólo realicen el cálculo y ofrezcan, si quieren comprar, lo que vale.
  • La bolsa a largo plazo siempre sube. Basándonos en la premisa por la cual el ser humano ¿intenta mejorar?, es posible pensar que las empresas en general mejoren y, por ende, la bolsa. Esta tendencia puede ser cierta en el larguísimo plazo, pero para nosotros el largo plazo se mide en relación a nuestra vida física. La bolsa en el largo plazo sube cuando está bien comprada. Japón ha mandado su índice al 1982, esto es largo plazo y no es subir. Por otro lado, este dicho proviene de una observación sesgada, con pocos sucesos. Es una teoría no contrastada. Además, se suele referir a los índices. A título individual muchas empresas quiebran por lo que, desde luego, en el largo plazo éstas no suben.
  • Los expertos saben más que nosotros. Muchos grandes gurús burátiles comentan que una de las sorprendentes claves de su éxito ha sido el libre pensamiento. Realmente, para personas con una formación razonablemente humanista, el hecho de marcar las premisas y utilizar su lóca personal, es decir, su forma de operar en un nivel "micro", para analizar lo "macro" da muy buenos resultados. Lo mismo que una persona tiene una hipoteca en yenes para financiarse, los hedge funds utilizan el yen como fuente de liquidez. Lo mismo que un particular se asusta por la subida del JPY, lo hace una empresa de capital riesgo... Los expertos tienen trabajos que mantener por lo que su error es menor si siguen el "consenso". Si baja la bolsa, era imprevisible, les ha pasado a todo el mundo. En cambio si, como le ha sucedido a Iturriaga en su fondo Okavango Delta de gestión libre, el cual por cierto ha aguantado extraordinariamente bien el momento bajista realizando gestión alternativa, se precipita en ponerse alcista en empresas financieras y cae un 41% en muy poco tiempo, pierde todo el prestigio ganado anteriormente. Así de injusto.
  • Los derivados y demás instrumentos financieros sofisticados dan estabilidad a los mercados. Enlazando con el punto anterior y tras experiencia propia en los mercados de futuros y FOREX (divisas), uno percibe, no ya el riesgo que es claro, sino la gran inestabilidad que pueden generar. Sin embargo, era consenso en el ámbito financiero que la existencia de estos productos daban más liquidez y disminuían la volatilidad de los mercados. Era una falacia fértil para justificar la increíble ausencia de regulación por parte de los estamentos mundiales. Cuando The Economist (la mejor publicación mundial) trataba este asunto, nos sentíamos extrañados porque nuestra percepción era la contraria. Sin embargo, nosotros teníamos razón como se ha visto ahora, no porque los demás no lo supieran sino porque les interesaba mantener la creencia.
  • Cuando la bolsa baja mucho, la bolsa está barata. De nuevo relacionado con el asunto de los expertos, tirando de hemeroteca, encontramos comentarios de gestores (¿vendedores?), prensa especializada... de apoyo a la falacia fértil: "la bolsa del 2006-2007 está muy barata en términos históricos". Y te lo puedes creer o no. Puede ser verdad o no. ¿Por qué no nos molestamos en realizar valoraciones fundamentales aunque sea de forma muy simplificada? Curiosamente encontramos la respuesta a la situación actual: la bolsa estaba sencillamente muy cara. Esta corrección era lógica y necesaria. ¿Entonces ahora ya se puede comprar? Salvo alguna excepción, en principio no. Las empresas están, generalizando, en su precio o algo por debajo de él teniendo en cuenta un futuro ambiente hostil. Nosotros necesitamos comprar barato por lo que aunque nos hayamos acercado, todavía es difícil entrar en bolsa. Caro o barato no dependen de lo que suban o bajen las acciones, sino de la valoración objetiva que se le dé a las empresas.
Con estos puntos intentamos que los inversores se sientan libres para pensar, que dediquen tiempo a reflexionar sobre la evolución de los mercados y su relación con la economía, que no nos hagan caso a nosotros ni a nadie, que imaginen la evolución de la economía con unos tipos en euro, dólar, libra y yen del 1%, qué les pasaría a los depósitos y a la deuda, qué ocurre con las valoraciones de las empresas cuando bajen los tipos, qué papel puede tener el oro, si se podrá comprar vivienda de nuevo...

Escrito por SimpleNoRisk para El Boletín de El Mundo Bursátil