Ante la agresión de los gobiernos a sus monedas -lo que Jim Rickards ha llamado la Guerra de Divisas-, algunos hemos puesto los ojos en monedas con una mejor perspectiva macro de cara a diversificar nuestros ahorros.
El euro ahora mismo parece más fuerte que el dólar debido a que aparentemente en el Viejo Continente no estamos llevando al límite el plan de estímulos monetarios. Puede ser, pero todavía existe un alto riesgo de desintegración de la UE.
Tener un porcentaje de nuestra liquidez en dólar australiano, canadiense, neozelandés o de Singapur, corona noruega o sueca, franco suizo (pese a la intervención de su banco central) o, incluso, yuanes chinos tiene perfecto sentido.
En este sentido, les ofrecemos una comparativa entre el AUD (dólar australiano) y el NZD (neozelandés). Ambos son países cercanos con economías muy interligadas, sin embargo, NZ parece que está apostando por una política más clásica y esto se está viendo reflejado en su moneda, mucho más fuerte que la australiana, como pueden observar en el gráfico de la derecha. Sin embargo, tenemos que tener en cuenta que debido a su tamaño, el NZD es una apuesta más especulativa. Como siempre, una pequeña cesta de divisas pudiera ser la opción con un menor riesgo.
Las herramientas para invertir en moneda extranjera son muy sencillas: desde apertura de cuenta en la nueva divisa en nuestro banco habitual a fondos de inversión del mercado monetario.
