8.2.10

Devaluación de la peseta

¿Hay un complot internacional contra España? ¿Y contra el Sr. Rodríguez? La respuesta a la segunda pregunta es obvia: no, nuestra ignorante clase política tiende a mezclar churras con merinas. Respecto a la primera pregunta, la contestación no es tan clara. Es evidente que determinadas empresas españolas están viviendo el ataque de los hedge funds "bajistas". Sin embargo, estos fondos no son especialmente estúpidos y eligen como presa al animal enfermo que apenas puede respirar. La pregunta correcta por tanto es: ¿cómo ha llegado España a esta situación?

La reforma laboral, por mucho que se empeñen en los medios de comunicación (a saber: empresas deficitarias que dependen de ayudas externas, gubernamentales o privadas, para subsistir, donde la indepedencia no ha asistido a la fiesta), no es la causa del paro. Nuestro paro depende de nuestro modelo productivo. Con estas mismas leyes teníamos la mitad hace unos pocos años.

Leemos habitualmente Financial Times y The Economist. Nos puede salir una vena patria y defender a España, pero ¿quién es más patrio: el que oculta la verdad o el que se enfrenta a ella para hallar la mejor solución? En UK y Alemania, desde hace mucho tiempo, los ciudadanos están enfrentándose a la crisis. Aquí tarde y muy mal. FT y The Economist, en general, tienen razón. España está agonizando y sin salida.

Esta situación ya la hemos vivido en el pasado y, cada vez que llegábamos a ella, devaluábamos la peseta.
  • 1967: España presenta gran déficit y pérdida de reservas. La peseta sufre un gran ataque (hasta 70 pesetas por dólar). Nos vemos obligados a devaluar. Mejora el déficit y corriente y conseguimos superávit en la balanza básica.
  • 1971: quiebra de Bretton Woods por los problemas en USA. España intenta mantener la paridad contra el oro, la cual no pudo mantener ante la mejora del dólar en 1974. Nos introducimos en las "bandas de fluctuación".
  • 1976: de nuevo el déficit y la pérdida de reservas nos llevan a devaluar. Tenemos unos años de alivio.
  • 1982: otra devaluación que mejora la situación del sector exterior y de la economía.
Lógicamente la diferencia ahora es la imposibilidad de devaluar. ¿Y salir del euro? Es dificilísimo: ahora nuestra deuda está referenciada en euros y el coste sería muy superior a antaño.

Muy mala pinta.

9/2/2010