
La que en su día fue la primera ciudad del mundo, se va pareciendo cada día más a una ciudad decadente, llena de ratas y basura. Bien es cierto que la decadencia tiene su encanto y NYC es realmente atractiva y divertida. Las soluciones son conocidas, pero no hay dinero: el estado de NY , como el de California, están en quiebra.
Es muy difícil prever las futuras tendencias mundiales y, aunque rara vez ocurre, estar preparados para un cambio de paradigma. Quizá el impuesto del dólar que impone USA al mundo pudiera desaparecer, o disminuir cuanto menos, quizá la supremacía militar no sea tan clara. Se admiten apuestas.
15/10/2008